Tal como han leído en "Conócenos" hay mucho que hacer para lograr el "círculo virtuoso", un modelo que, esperamos, demostrará a la comunidad que en una pequeña propiedad es posible convivir con la naturaleza sin depredarla y así fomentar la convivencia sostenible entre el hombre y su medio ambiente.
Por lo tanto, ofrecemos oportunidades de voluntariado ecológico, de conservación y de ecoturismo. Participe ayudando a conservar una parte de la selva peruana, con el trabajo de plantación de árboles, mantenimiento de senderos y linderos, en el desarrollo de un jardín medicinal, en actividades de investigación, en el desarrollo de una vida sostenible y la producción de alimentos, etc.
Para que nuestro proyecto pueda crecer necesitamos la ayuda y la experiencia de personas interesadas en participar en lo siguiente:
Elaborar un proyecto para conseguir financiamiento para reforestación y restauración de bosque en pastos degradados (ingeniero forestal).
Elaborar un proyecto de permacultura.
Realizar un inventario de plantas arbustivas y lianas (botánico).
Realizar un inventario de insectos (entomólogo).
Medir la biomasa promedio de los árboles de ACP Tambo Ilusión para estimar la cantidad de bonos de carbono (ingeniero forestal).
Planificar y elaborar un diseño del paisaje para un jardín botánico proyectado y mejorar el aspecto visual del ACP (arquitecto paisajista).
Aplicar la última capa (los acabados) a las construcciones de barro (por personas con experiencia).
También necesitamos ayuda con estas actividades diarias:
Trabajo manual para el proyecto de vermicultura (compostaje con lombrices)
El mantenimiento del vivero.
También aceptamos:
Chefs que saben preparar comida sana y vegetariana.
Alguien que nos ayude a escribir propuestas para recaudar fondos para proyectos de conservación.
Queremos voluntariados con iniciativa que puedan trabajar sin supervisión. Esperamos que ayuden con las tareas diarias como cocinar, rastrillar, limpiar, etc.
El trabajo es de 6 días a la semana, 6 horas al día con una estadia de dos semanas. Cobramos 60 USD por semana. Esto incluye una cama en un dormitorio, comida vegetariana 6 días a la semana (no hay servicio de comida los domingos) y 14 hectáreas para que puedas explorar. Servicio de lavandería no está incluido.
Tarapoto ofrece varios tipos de recreación en campo como hiking, paseos de bicicleta, y rafting para que aproveches en tus días de descanso. También ofrece servicios modernos como cines, cafés con internet, supermercados y comida internacional.
Los invitamos a quedarse con nosotros, intercambiar ideas y experiencias, aprender sobre la conservación en el Perú, nadar en nuestra laguna, y relajarse lejos de la bulliciosa vida en cuidad. Los esperamos!
Mi estadía en Tambo Ilusión estuvo repleto de momentos mágicos. Entre la comida de Johanna, los cuentos de Armando, los baños en la laguna, las caminatas, y la observación de vida silvestre, mi tiempo en paraíso paso rápidamente. Armando y Johanna le dedican todo a Tambo Ilusión, y su pasión es contagiosa. Aunque nos acabábamos de conocer, me sentí en casa de inmediato. Pasé horas hablando y compartiendo con ellos y con los huéspedes. Todos traen consigo experiencias únicas de las que todos podemos aprender.
Como ecovoluntariada, rehice la compostera para incrementar el carbono y el flujo de oxigeno, sembré arboles, ayudé con el mantenimiento general del espacio, cocine, aumente la presencia del ACP en el internet, y ayude con los huéspedes. De Johanna aprendí como usar diferentes superfoods y cómo preparar comidas más saludables. De Armando aprendí sobre la ecología de su selva y los retos que enfrenta al manejar un ACP. De los dos aprendí que con amor, todo se puede. Sobre todo, ahora entiendo que, por más que hayan leyes y estudios ambientales que beneficien a la conservación, son los que trabajan en el las áreas, conservando cada día, que realmente son los héroes de la conservación. Solo con ellos se esparcen las semillas de esperanza. Sus esfuerzos nos recuerdan que cada uno de nosotros puede hacer más para proteger al medio ambiente - ayudando a los que luchan y haciendo cambios en nuestras propias vidas para reducir nuestros impactos ecológicos. Les deseo toda la suerte del mundo. Y me llena el corazón de alegría saber que, por más que la sociedad moderna lo niega, los duendes de los bosques siguen existiendo
Mi nombre es Carolina Ronquillo, soy peruana, tengo 25 años, soy chef y administradora de profesión. Durante el 2012 tuve que enfrentarme a un problema de salud que determinó mi decisión por dejar la capital (Lima) y buscar un lugar donde pasar mis días en el interior del Perú para liberarme del estrés, cambiar mi dieta y sanarme a través de métodos tradicionales y con plantas naturales. Mi esposo y yo decidimos viajar a la ciudad de Tarapoto.
Habíamos buscado programas de voluntariado exhaustivamente en Internet hasta que encontramos el área de conservación Tambo Ilusión, un lugar tan hermoso que parecía que no podía ser cierto.
Nos encaminamos hacia la selva con una mochila llena de ilusiones, un poco de dinero en el bolsillo, nuestras botas de lluvia nuevecitas y la determinación por dar nuestro mejor esfuerzo a flor de piel.
Casi treinta horas y mil paisajes maravillosos después estábamos finalmente en Tambo Ilusión y nos encantó. Es hermoso, paradisiaco. Recuerdo haber pasado muchos atardeceres mirando el horizonte y muchas noches observando las estrellas. Las tormentas eran una experiencia diferente en medio de la naturaleza y los días de sol eran una invitación a trabajar la tierra. Nunca habíamos vivido algo así.
Nos instalamos en un tambo con comodidad a pesar de no tener electricidad o Internet. Nos desconectamos por completo del mundo exterior y nos dedicamos a nuestras labores desde temprano, hasta que se perdía el sol. Mantener los tambos limpios, ayudar con las labores del campo, cocinar deliciosa comida vegetariana eran parte de nuestras funciones. Al terminar el día nos sentábamos a la luz de las velas compartiendo la cena con Armando y Johanne, que siempre tenían interesantes historias y algo que enseñarnos.
Todas las personas que tengan la oportunidad de ir, tanto turistas como voluntarios, deberían hacerlo. El simple hecho de poder desconectarte del ritmo frenético de la ciudad valdrá la pena y el beneficio de poder compartir en un lugar como Tambo Ilusión y con personas como Johanne y Armando ya es un regalo.
Espero que mi experiencia los aliente y que se atrevan a visitar el área de conservación Tambo Ilusión, pues estoy segura que no se arrepentirán. Es un lugar maravilloso y lo dirigen quienes ahora podemos decir que son nuestros grandes amigos y a quienes mandamos mucho amor y saludos en esta nota.
Contactarse con nosotros para más información.